Esta abadía medieval está escondida en el campo de Normandía, no lejos del Mont Saint-Michel. La construcción de la abadía comenzó a finales del siglo XII por monjes benedictinos. El grupo ocupó la abadía hasta que se forzó la nacionalización durante la Revolución Francesa.
La abadía fue vendida en 1790, y su interior fue vendido o destruido, eventualmente, la abadía se convirtió en una cantera durante el siglo XIX. El techo de la abadía ha sido destruido, ofreciendo una vista del cielo y el bosque circundante, así como un eco impresionante. Sin embargo, los edificios enclaustrados han permanecido en gran parte intactos, con frescos y obras de tela de época todavía en exhibición.
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