Tras la caída del régimen comunista de Bulgaria en 1989, la naturaleza ha comenzado a recuperar lo que habría sido un importante monumento al gobierno del dictador Todor Zhivkov. A pocos minutos de las populares playas de la costa del Mar Negro, cerca de la ciudad de Primorsko, se encuentra un parche aislado de bosque donde se puede pasear por la abandonada e inacabada gran residencia que Zhivkov había planeado, conocida como Perla 2. (No confundir con Perla 1, otra residencia abandonada de Zhivkov cercana.)
El enorme edificio hoy consiste en un esqueleto de hormigón armado crudo y arcos de acero, con múltiples alas e innumerables habitaciones que proporcionan mucho alimento a la imaginación – qué tipo de opulencia habría habido allí, o qué habitación planeaba habitar el dictador. El edificio también sirve como ejemplo del estilo arquitectónico brutalista.
Las escaleras sin terminar conducen a diferentes áreas, incluyendo las que van a la azotea. La terraza ha empezado a parecerse a un pantano, con agua e incluso plantas de humedal, coronadas con algunos árboles. Y por último, para los valientes y tal vez temerarios, están los escalones que bajan al sótano. Allí reside una colonia de cientos, si no miles, de murciélagos, y quién sabe qué más.
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