La Capilla Scrovegni en Padua es considerada una de las más grandes obras maestras del arte medieval occidental. Terminada a principios del siglo XIV, las obras de Giotto en Padua inspiraron los frescos del interior de la Cappella di San Giovanni (Capilla de San Juan), que forma parte de la Chiesa dei Domenicani de Bolzano.
La Chiesa dei Domenicani fue dedicada originalmente en 1272 pero fue completamente reconstruida a principios del siglo XIV, con cuatro nuevas capillas laterales. La Cappella di San Giovanni fue encargada por una familia de banqueros de Florencia y realizada alrededor de 1330 por miembros de la Escuela de Giotto. Algunos de los frescos fueron pintados por la escuela local de Bolzano, mientras que otros difieren de las técnicas imploradas por la escuela.
Los frescos del interior de la Cappella di San Giovanni representan momentos de la vida de María, San Nicolás, San Juan Bautista y San Juan Evangelista, ya que la capilla está dedicada a este último. Entre los frescos destacan el “Triunfo de la Muerte” y los “Jinetes del Apocalipsis”.
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