Contenido
- “No es suficiente. Solo tiene la mitad de su ración diaria. Su salud está en peligro”, explica a la AFP su guardián, Kosin.
- Mae Taeng, uno de los parques más grandes del país, recibía hasta 5,000 visitantes al día antes de la crisis.
- “Muchos de ellos han sido despedidos y han regresado a su pueblo sin trabajo”, explica Apichit Duangdee.
- Numerosas estructuras han hecho también un llamamiento a los donantes privados para “salvar a los elefantes que corren el riesgo de morir de hambre”.