Caminando por el pintoresco borde del acantilado de Whitby, los visitantes disfrutan de hermosas vistas de la costa junto con los muchos turistas que acuden a la ciudad.
Sin embargo, un lugar inesperado que se encuentra a pocos metros detrás de la icónica estatua del Capitán Cook es una casa recreada que se erige como un recordatorio del bombardeo de la ciudad durante la Primera Guerra Mundial.
En 1914, Whitby fue atacada justo después de las 9 de la mañana del 16 de diciembre cuando dos cruceros de batalla enemigos, con un peso de 25.000 toneladas cada uno, salieron de la niebla. Esto se conoció como el asalto a Scarborough, Hartlepool y Whitby. Los barcos descargaron cerca de 100 proyectiles en la pequeña e histórica ciudad pesquera.
Los proyectiles de 11 pulgadas disparados desde los barcos de guerra causaron enormes daños estructurales y destruyeron casas. Sorprendentemente, sólo dos personas murieron como resultado del ataque.
Un siglo más tarde, en 2014, la comunidad local decidió marcar el ataque y honrar al pueblo de Whitby creando este tributo único, llamativo y educativo a los resistentes residentes de Whitby.
La casa se asemeja a una casa de la era de 1914 que fue muy dañada durante la guerra. El interior incluye un fregadero y una chimenea a la antigua. Tal vez el objeto más notable que se exhibe es la concha alojada en el suelo de la sala de estar.
Aunque esta casa nunca existió, es un duro recordatorio de los horrores de la guerra y las pérdidas que la gente enfrentó como resultado. Este es un interesante tributo a un oscuro período de la historia.
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