El Monasterio Crna Reka (que significa “Río Negro”) a menudo se considera una obra de exquisita construcción y creatividad. La iglesia y las celdas de los monjes parecen colgar de la roca, aunque en realidad están construidas en cuevas al borde del acantilado.
El monasterio ortodoxo serbio del siglo XIII está situado en el cañón del río Crna Reka. Una estrecha pasarela de madera conecta el monasterio con la tierra de abajo. Se supone que el puente alguna vez fue móvil, lo que habría hecho casi imposible acercarse o atacar el monasterio desde el suelo.
El monasterio del Monasterio Crna Reka incluye una iglesia en una cueva, que fue dedicada al Arcángel Miguel y cubierta con frescos del siglo XVI. El monasterio también alberga las reliquias santas de San Pedro de Koriša, un famoso ermitaño serbio que vivía en el pueblo cerca de Prizren. Hoy, numerosos peregrinos todavía vienen al monasterio para buscar la curación y la consolidación espiritual de este santo. En el siglo 15, el santuario fue el hogar de un famoso hesychast llamado San Ioanichios.
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