La ciencia puede ser vista por muchos como una disciplina rígida, que sólo se ocupa de hechos y verdades objetivas. Aunque esto es cierto, mucha gente parece olvidar a los humanos detrás de la ciencia. Hay muchos vínculos entre los científicos y los lugares relacionados con sus descubrimientos en todo el mundo.
Fotos, equipos y a veces un lavabo arrojan luz sobre los rostros detrás de algunos de los mayores descubrimientos del mundo. Este manzano en un jardín botánico de Lund está relacionado con uno de los mayores descubrimientos de la humanidad.
El jardín alberga una impresionante colección de árboles, arbustos y plantas de todo el mundo. Los jardines botánicos como éste tenían como objetivo ofrecer una forma accesible para que los científicos estudiaran varias especies de plantas.
Si le preguntaras a un botánico qué es lo que hace que el jardín botánico de Lund sea único, probablemente te daría cientos de razones, pero el manzano de Newton siempre estará en un lugar destacado de esa lista. Este árbol, una Flor de Kent, fue traído al jardín botánico en 1996 y fue plantado por Hans-Uno Bengtsson, un físico teórico de la ciudad.
El árbol en sí mismo no tiene un significado científico real aparte de que está relacionado con el árbol que supuestamente ayudó a Issac Newton a elaborar su teoría. La gente se aventura en el jardín para tomar fotos con el árbol o agarrar una manzana que cayó como recuerdo.
Los visitantes también pueden notar que el árbol está mal identificado en el cartel como una Belleza de Kent, en lugar de una Flor de Kent. Esto probablemente ocurrió cuando el cartel fue reemplazado después de ser robado en 2015.
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