Durante años, una roca de granito de 300 toneladas se balanceó sobre una colina que domina la ciudad de Tandil en el este Argentina . La Piedra Movediza (“la piedra en movimiento”) fue una popular atracción turística a principios del siglo XX. Décadas después de que la querida roca cayera de su cima, se instaló una réplica en su lugar.
La piedra fue una fuente de orgullo municipal y sirvió como el símbolo oficial de la ciudad de Tandil. La gente hizo pantomima sosteniendo su prodigioso peso mientras se tomaban fotos. Se colocaron botellas debajo de la roca y se rompieron mientras se balanceaba lentamente sobre su punto de apoyo. En 1900, algunos artistas ambulantes de circo hicieron acrobacias en su cresta. Pero en 1912, la roca se movió por última vez y cayó de la colina. Ningún testigo estuvo presente, y los debates sobre cómo cayó persisten hasta el día de hoy. La piedra original todavía se puede ver, yaciendo rota al pie de su antigua casa.
La gente de Tandil ha construido un castillo, un arco y un auditorio que abraza los acantilados en honor al símbolo de su ciudad. En 2007, la ciudad encargó una réplica de la roca hecha de un marco de metal cubierto de resina y fibras sintéticas, sin el graffiti del siglo XIX que cubría a su antepasado. La réplica se fijó a la colina con una docena de fuertes pernos.
A lo largo de la corta caminata a la réplica de piedra, paneles interpretativos explican la historia de la piedra. Uno describe cuán fijada está la réplica y cómo nunca caerá por las fuerzas de Dios o del hombre. Las vistas de la ciudad desde la cima de la colina son impresionantes, pero la efusividad del orgullo de la ciudad es motivo suficiente para visitar.
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