No muy lejos de la estación de tren de Ulaanbaatar, seis locomotoras obsoletas se encuentran inmóviles en un jardín vallado adyacente a las vías. La exhibición de trenes al aire libre, conocida colectivamente como el Museo de Historia de los Ferrocarriles Mongoles, está dedicada a la historia de las locomotoras que alguna vez atravesaron el país. Una de ellas está equipada con una placa dorada que representa a José Stalin, mientras que otras dos llevan estrellas rojas de cinco puntas, un símbolo asociado a la ideología comunista.
El desarrollo de los ferrocarriles ha desempeñado un papel importante en la historia reciente de Mongolia, especialmente en relación con la industria minera del carbón. Extendiéndose hacia el sur desde la frontera entre Mongolia y Rusia, el Ferrocarril Transmongol llegó a Ulaanbaatar en 1950, y se amplió hasta la frontera sur de China unos cinco años más tarde. Antes de eso, sólo había unos pocos trenes de carga que transportaban carbón entre las minas mongolas y las plantas de carbón rusas.
La colección cuenta con tres trenes de vapor y tres locomotoras diesel. Para los aficionados al ferrocarril, éstas incluyen: Locomotora 2-10-0 (L-3167), T159 de 750 mm de trocha, Voroshilovgrad 2M62M-043, Te1-20-011 (erróneamente marcada como TEM1-166), Baldwin/ALCO-influenciada 2-10-0, y Su 208-88.
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