En la carretera entre las pequeñas ciudades de Collepardo y Vico nel Lazio en el este del Lazio reside un enorme sumidero cárstico, una de las maravillas geológicas más asombrosas de Italia central.
Originalmente, hubo una vez una cueva aquí y en algún momento, el techo se derrumbó, exponiendo este enorme agujero. El sumidero mide entre 40 y 70 metros de profundidad y es inaccesible sin cuerdas y equipo espeleológico. La circunferencia del sumidero es de aproximadamente 300 metros.
En el pasado, los pastores locales bajaban su ganado dentro del hoyo donde podían pastar la vegetación que crecía de los detritos.
Ferdinand Gregorovius, un erudito y viajero alemán que escribió sobre sus viajes por Italia, describió el sumidero como “un extraño pozo en las rocas de Santulla”. El sumidero fue visitado en innumerables ocasiones por viajeros extranjeros e italianos durante la época del Gran Tour, pero en los últimos años, el sitio ha sido mayormente descuidado.
Una leyenda local afirma que el sumidero se formó cuando los granjeros locales, con total desprecio por la Virgen María durante la celebración de la Asunción, cosecharon su maíz. Como castigo, su granero fue tragado por su sacrilegio.
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