En la historia japonesa, el sekisho o “barreras de peaje” desempeñaron un papel importante en el control del tráfico de personas y mercancías, colocadas en las autopistas como puntos de control. A partir del siglo VIII, y especialmente durante el período de Edo, el sekisho de Hakone formó la frontera de la región Kantō y sirvió como una importante estación de paso para los que viajaban a lo largo de la carretera Tōkaidō desde Kyoto a Edo, la actual Tokio.
En aquellos tiempos, los sekisho estaban especialmente interesados en controlar el iri-deppo ni de-on’na, o las armas que venían y las mujeres que salían. Se pusieron en marcha para evitar que se introdujeran mosquetes de contrabando en Edo, así como daimyō las esposas de los señores, que se vieron obligadas a vivir en la capital como rehenes para que sus maridos se comportaran de acuerdo con el gobierno, huyeran a su casa. En ese momento, escabullirse a través de un sekisho se consideraba un delito capital.
El gobierno de Meiji abolió y abandonó todos los sekisho en 1869, y el antiguo puesto de control de Hakone se dejó pudrir hasta 1923, cuando el país lo designó como Sitio Histórico Nacional. Entre 1999 y 2001 se realizaron una serie de excavaciones arqueológicas para estudiar el sitio y compararlo con los registros del período Edo de Hakone. Poco después, se construyó una reproducción exacta del puesto de control usando técnicas históricamente exactas.
Hoy en día, el sitio reconstruido del puesto de control de Hakone está compuesto por dos puertas, casetas de vigilancia, un establo y otros edificios de madera, así como un museo dedicado a la historia local. Situado justo al lado del hermoso lago Ashinoko, es una visita obligada para aquellos que buscan sentir los tiempos de los samuráis en Hakone.