Es el año 1504, Cesare Borgia ha caído e Imola, su cuartel general, está destrozado por la violencia. Dos familias, como en muchas historias italianas, están enfrentadas: Sassatelli y Vaini (correspondientes a las facciones Guelfi y Ghibellini).
El jefe de Sassatelli es Giovanni, conocido como “Il Cagnaccio”, que significa un perro malo o amenazador pero también una persona violenta, traicionera y cruel.
Il Cagnaccio es temido por todos, pero él y sus soldados no están en la ciudad cuando, a finales de junio, Guido Vaini decide atacar el Palacio Sassatelli. Su intención es recuperar el control de la ciudad y vengar el asesinato de uno de sus capitanes por parte de Gentil Sassatelli, hermano de Giovanni.
El ejército de Vaini, reforzado por las familias Ghibellini, toma el corazón de la ciudad y el Palacio Sassatelli (ahora Palacio Monseñor), hasta que el sonido del ejército de Il Cagnaccio se aproxima desde la ciudad de Forlì. La derrota está en marcha, un baño de sangre que se cobra las vidas de Ghibellini, y probablemente también de algunos inocentes. Dura una noche y al día siguiente, y el epicentro de la violencia es el Vícolo Alidosi, conocido desde entonces como Vícolo Inferno.
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