Cafe Papeneiland en Amsterdam, Países Bajos

En su superficie, Cafe Papeneiland es el ejemplo perfecto de la gezelligheid, o “comodidad”, por la cual los “cafés marrones” holandeses son reconocidos. Con sus paredes marrones, los candelabros que emiten una luz suave y la exhibición de hermosos platos y azulejos de Delft, el restaurante ofrece un lugar cálido y acogedor para tomar una bebida caliente o una rebanada estelar de tarta de manzana. Pero debajo de su cómodo exterior se esconde una historia oculta de resistencia religiosa.

Durante la reforma protestante holandesa de los siglos XVI y XVII, el gobierno prohibió el catolicismo. Como resultado, los católicos tuvieron que adorar en secreto. Esto condujo al establecimiento de iglesias ocultas, algunas de las cuales todavía existen en la actualidad. Nuestro Señor en el ático , por ejemplo, es una hermosa capilla de 150 asientos, completa con pilares, una pintura gigante del bautismo de Cristo y un altar de mármol y oro, todo escondido en (usted lo adiviné) un ático.

En el barrio Jordaan de Ámsterdam, los fieles una vez entraron en secreto a una iglesia a través de un túnel que corría debajo del canal. Ese túnel se abrió en el edificio que alberga el Café Papeneiland, y todavía se puede ver hoy. El nombre del café es un guiño a esta historia: Papeneiland significa “isla de los papistas”, haciendo referencia a cómo el edificio era un santuario para los católicos romanos, que también eran conocidos como “papistas” debido a su lealtad a la Papa.

Hoy, el café es más conocido por su tarta de manzana (o “tarta”, dependiendo de dónde sea). La fama es merecida: el pastel tiene una corteza escamosa, el equilibrio perfecto de manzanas agridulces y especias de canela, y un mechón de crema batida ligera pero rica a un lado. Pida una rebanada, luego pídale a su servidor que le señale en la dirección de la entrada del túnel. Está detrás de una puerta con barrotes verdes a lo largo de las escaleras hasta el sótano. A veces oscurecido por escobas y otros productos de limpieza, esta puerta al pasado puede ser fácil de pasar por alto.