;San Bartolomé desollado; en Milán, Italia

San Bartolomé fue uno de los doce apóstoles de Jesucristo. Después de la Ascensión, se dice que el santo viajó al este, y luego a la Gran Armenia. Según la hagiografía tradicional, fue desollado y decapitado allí por convertir al rey al cristianismo. Otros relatos atestiguan que después de su desollamiento, Bartolomé fue crucificado.

Debido a esta espeluznante historia, San Bartolomé es a menudo representado junto a su piel desollada (o cabeza cortada) en el arte, incluyendo “El Juicio Final” de Miguel Ángel. El escultor italiano del siglo XVI, Marco d’Agrate, sin embargo, lo representó de una manera mucho más espantosa.

Comúnmente conocida como “San Bartolomé Desollado”, la escultura fue originalmente realizada en 1562. Se encuentra a la izquierda del altar del Duomo de Milán y es considerada la obra de arte más notable de la catedral. A primera vista, el santo parece ser un hombre esquelético que lleva una estola, pero al mirar más de cerca, los visitantes notarán que en realidad es su piel desollada la que está sosteniendo. Todos los músculos, venas y tendones de Bartolomé están expuestos en la estatua.

La escultura era menos una pieza de fe cristiana y más un ensayo artístico sobre la anatomía humana, ofreciendo una impresionante representación de la era del Renacimiento de los músculos y las estructuras del cuerpo.