El Anillo Periférico de la Ciudad de México es una icónica circunvalación exterior que atraviesa la ciudad. Aunque la planificación del proyecto comenzó ya en 1925, el “segundo piso” de la estructura se construyó entre 2002 y 2005. Se considera uno de los proyectos de infraestructura pública más importantes del siglo XXI en
Ciudad de México . Sus pilares también son famosos por ser muy grises, pragmáticos y aburridos.
En 2016, el arquitecto Fernando Ortiz Monasterio, de la firma “Verde Vertical”, inició una petición en línea que describe un proyecto para instalar jardines verticales en los famosos pilares de hormigón. El proyecto no solo fue diseñado para embellecer los pilares, sino que también hizo mella en la contaminación por carbono. La petición fue un gran éxito, con más de 80,000 firmas para cuando fue aprobada por el gobierno mexicano.
Parcialmente financiado por corporaciones privadas (con la advertencia de utilizar gran parte del espacio de los pilares para publicidad), el trabajo en los jardines comenzó a finales de año. Hoy, alrededor de 1,000 pilares similares que sostienen el segundo piso del Anillo Periférico ahora cuentan con los Jardines Verticales Vía Verde.
Si bien estas plantas pueden absorber una cantidad significativa de carbono y partículas de la atmósfera contaminada de la capital, su propósito es principalmente estético. Monasterio mismo ha admitido que 1,000 jardines verticales solo pueden hacer mella en la producción de carbono de la megalópolis.
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