Según la tradición local, hay mucho más en esta primavera deslumbrante y colorida de lo que parece.
La leyenda dice que las montañas de Homolje se tragaron una gran cantidad de oro y lo escondieron en la Cueva Dorada en las profundidades del manantial Krupaj, donde el tesoro está guardado por el espíritu acuático de Tartor. Cada año, en el “día del diablo”, el espíritu toca los tambores y llama a otros espíritus a una celebración.
Solo en ese día se abre la entrada a la cueva mística. Las mujeres Vlach que quieren un gran poder entran al río por la noche para encontrarse con el espíritu. A cambio, el espíritu exige un premio, generalmente una hermosa joven.
La primavera no es solo una fuente de mitos y leyendas de Vlach. También es un oasis ecológico. El agua turquesa hipnotizante está rodeada de plantas, sus ramas descienden al agua fría como los brazos de los grandes guardianes del bosque.
Sobre el lago se eleva una pintoresca cueva, que cumple el telón de fondo de cuento de hadas. Debajo del lago hay un laberinto de canales subterráneos, que son un desafío incluso para los buzos más experimentados. La corriente del manantial, de 1,427 pies (435 metros) de largo, confluye con el río Krupaj. Una presa construida cerca del manantial también crea una atractiva cascada.
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