El delfín rosado es el más popular de las cinco especies de delfines que habitan en los ríos debido a su inusual color.
El delfín rosado (Inia geoffrensis) es amistoso, social y curioso por naturaleza. También conocido como Boto, Tonina o delfín del Amazonas, debido a que vive en el río del mismo nombre, aunque también habita en las cuencas de Orinoco y la parte alta del Río Madeira en Bolivia.
Es el más popular de las cinco especies de delfines que habitan en los ríos debido a su inusual color, además de ser la especie más grande.
Según la tradición amazónica, el Boto es un encantador, una criatura mágica que a veces adopta forma humana y emerge del río para seducir a hombres y mujeres y conducirlos a su ciudad encantada bajo el agua. Se dice que se hace pasar por una persona que lleva sombrero para ocultar el espiráculo y la frente bulbosa.
Aunque la teoría más acertada es que la coloración rosada la adquieren con el tiempo. Al nacer y en su etapa de juventud son grises, en la adolescencia gris claro y en la adultez se tornan rosados como consecuencia del desgaste de su piel.
También se dice que la mayoría de las hembras son grises y los machos son rosados debido a las cicatrices.
La mayoría de las especies de delfines de río son casi ciegos, por las aguas turbias en las que navegan, pero al igual se considera que el delfín rosado tiene una visión relativamente buena y es el más inteligente de todas las especies de delfines de río, con una capacidad cerebral 40% mayor que la de los seres humanos.
Se alimentan de 43 especies de peces diferentes, entre ellos se encuentran el pez gato, pirañas, corvinas y tetras. También consumen cangrejos y tortugas pequeñas. La mayoría del tiempo los delfines rosados se mantienen nadando mirando hacía el fondo en busca de alimento, estos pueden viajar hasta 30 kilómetros al día. Sus vertebras cervicales no se encuentran fundidas por lo que les permite mover la cabeza hasta 180 grados, siendo una ventaja para cazar en aguas poco profundas y en las llanuras inundadas.
Pueden llegar a medir hasta 2.50 metros de largo y pesar alrededor de 200 kilogramos cuando están totalmente desarrollados. Respiran cada 30 a 110 segundos y lanzan un chorro de agua de hasta 2 metros de altura por el orificio dorsal.
[La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza](https://www.iucn.org/es» rel=“noopener) (UICN) clasificó al delfín del río Amazonas como especie amenazada vulnerable y recientemente fue clasificado como especie amenazada en peligro.
Cerca de las minas de oro donde el mercurio se utiliza como parte del proceso de extracción el aumento en los niveles de contaminación en el río es notable y destructivo, ya que ha incrementado el número de muertes del delfín rosado.
La destrucción acelerada de la cuenca del Amazonas los ha puesto en peligro en varias ocasiones, al igual que la pesca y la tala de arboles acelerada. Además el tráfico del río es otro gran problema, ya que al ser entes curiosos se acercan a los barcos donde son afectados por las hélices; Por otra parte el ruido producido por motores, máquinas y contaminación acústica resulta desconcertante para los sistemas de navegación de los delfines rosados, causándoles la muerte a muchos de ellos.
Los machos cubiertos con más tejido cicatricial son los más atractivos para las hembras, al menos durante la época de celo. La cópula se realiza entre ambos sexos uniendo vientre con vientre.
Se cree que el periodo de gestación dura entre nueve a doce meses y las hembras dan a luz cuando el río Amazonas está en su máximo nivel, entre los meses de mayo y julio.
Las hembras paren una sola cría cada dos a tres años y la lactancia dura más de un año.
Quedan pocos delfines rosados en el mundo, y la tendencia es preocupante. En la reserva de Mamirauá, Brasil, la población estudiada se ha reducido a la mitad en los últimos siete años. Los pescadores cazan a los delfines y usan su carne como cebo para pescar siluros y también los atrapan accidentalmente en sus redes de enmalle.